jueves, 28 de mayo de 2015

Bussiness intelligence


Continuando con este tema





A veces explicar con palabras sencillas lo que está escrito en grandes libros no es nada fácil por lo que haré lo que siempre hago cuando quiero hacerme entender, hagámoslo con un ejemplo para que nos ayude a comprender el verdadero significado de esta definición. Imaginemos un supermercado, la información del cual disponemos son los tickets de venta. Supongamos un sistema de información simple que está basado en la información que recogemos de las cajas registradoras.

La información que contiene un ticket de venta es: Su número, la fecha, la hora, el código de cajero/a, el código de supermercado, los códigos de los artículos vendidos, la descripción de los artículos, las unidades, el precio unitario, el total por artículo, el total del ticket y la forma de pago.
A partir de la información de los tickets podemos saber:
  1.  Importe total de las ventas del día.
  2. Número de tickets por hora o fracción de tiempo.
  3. Número de tickets atendidos por un cajero/a.
  4. Ventas por artículo en unidades e importe.
  5. Número de tickets por día.
  6. Importe cobrado mediante efectivo o tarjetas de crédito.
  7.  Importe del ticket medio.
  8. Número medio de tickets por día, hora, cajero/a.

Toda esta información es de tipo operativo pero a este nivel nos facilita la toma de decisiones tales como:
  1. Si se produce una disminución de las ventas, y previamente habíamos presupuestado el número de tickets y el importe del ticket medio, podremos analizar qué ha sucedido:
  2. Disminución del número de tickets.
  3. Disminución del ticket medio. 
  4. Una combinación de ambas.



Si se produce una disminución de las ventas, y previamente habíamos presupuestado el número de tickets y el importe del ticket medio, podremos analizar qué ha sucedido:

  1. Disminución del número de tickets.
  2. Disminución del ticket medio.
  3. Una combinación de ambas.
  
Las respuestas nos dirán si tenemos un problema de afluencia a nuestro supermercado, o si es que los clientes nos están comprando menos de lo esperado cada vez que vienen. Las acciones a tomar son absolutamente distintas en cada caso: en el primero, deberán estar relacionadas con la promoción de nuestro supermercado para atraer clientes y en el segundo, deberemos intentar que nos compren más productos. Esta información tiene mucho más valor, ya que nos permite tomar decisiones estratégicas.

Si este proceso lo realizamos durante un periodo de tiempo podremos ver cuál es la evolución de nuestras ventas. Al explorar la información discriminándola por días de la semana, nos damos cuenta de que hay diferencias entre los distintos días: los sábados son los días de mayor venta, mientras que los miércoles las ventas son las más bajas. En el caso de que se produzca una anomalía en un día, intentaremos explicar qué ha sucedido dependiendo de otras variables, por ejemplo, si era festivo o era el día anterior a un festivo, si hizo mal tiempo, etc.

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